En los últimos años, el ser humano ha cambiado por completo la manera en la que consume el entretenimiento. La expansión de Internet no solo a las casas, sino también a los dispositivos móviles, especialmente a los teléfonos, ha traído consigo un cambio importantísimo de paradigma. Esto se refleja sobre todo en las plataformas de streaming, no solo de vídeo, como Netflix o HBO, sino también de audio, como iVoox, Spotify, etc… Ahora tenemos nuestras series, películas, canciones y programas favoritos al alcance de la mano en cualquier momento, en cualquier lugar, sin tener que estar limitados por una parrilla de horarios. Los grandes medios, las cadenas televisivas y las emisoras de radio han entendido que su función ya no es la misma, y que ahora mucha gente descargará sus programas para escucharlos cuando quiera. Sin embargo, esto también ha traído una nueva era para la creación de contenido, democratizándola por completo. Y es que ahora cualquiera puede crear su propio programa de radio y lanzarlo a la red, para que lo descarguen millones de usuarios.
Desde la comodidad de su propia casa, pero con buenos medios gracias también a los avances en la tecnología de audio, hoy en día cualquier personas se puede convertir en locutor de radio. No lanzará su programa a las ondas, y normalmente tampoco emitirá en directo. Lo grabará, lo editará correctamente y luego lo subirá a las plataformas para llegar a más usuarios. A esto se le llama podcast, un programa de radio en diferido que puede ser escuchado en cualquier momento, desde cualquier dispositivo conectado a Internet. Si bien los podcast llevan años creándose, no ha sido hasta la última década cuando han vivido un ascenso espectacular. En Estados Unidos, donde esta dinámica está ya mucho más asentada, hay podcast tremendamente populares que cuentan con más escuchas que los programas de grandes emisoras tradicionales. Es un buen método para expresarnos, para mostrar nuestros conocimientos, para pasar un rato divertido con amigos, compartiendo experiencias… Pero un podcast bien hecho tiene mucho trabajo detrás, sobre todo en la edición.
El momento de la grabación
Al ser un formato que puede realizar cualquiera desde casa, es cierto que la calidad de muchos podcast no es precisamente la mejor. Se graba de forma casera, con medios no muy buenos, y eso se nota luego en la calidad del audio. Sin embargo, tampoco cuesta demasiado darle un toque profesional a nuestro programa, comprando buenos micros, utilizando buenos programas de grabación y edición… En muchos casos, los podcast se graban entre personas que están lejos, a través de programas de videollamada como Skype. Tener una buena conexión a Internet es primordial para evitar fallos y caídas. El momento más importante será de la grabación, porque de ahí obtendremos el programa en bruto, con todo lo que queremos sacar al aire. Una buena grabación, sin muchos fallos, reducirá el tiempo de edición que tengamos que dedicarle al podcast.
Programas de edición
Hay algunos podcasters que suben sus programas directamente sin editar, o con una edición mínima para cabecera y final. Esto dota al programa de un halo de “autenticidad”, de algo hecho de forma tradicional, pero a veces no es lo mejor. El proceso de edición de un podcast, incluso cuando grabamos un programa al estilo “falso directo”, es de tremenda importancia. Debemos quitar cortes, algunos fallos que se hayan producido, así como ambientar con música el fondo, la entrada a cada una de las secciones, meter cuñas… El proceso de edición será más o menos largo, dependiendo también de la duración del programa y el tipo de podcast que estemos haciendo. Y la utilización de un buen software de edición de audio nos facilitará mucho las cosas, desde luego.
Aquí dependerá también de nuestras necesidades de edición. Hay podcast que cuentan con muchos efectos, mucha edición detrás, y los editores necesitan un programa profesional que les de muchas posibilidades. Sin embargo, la mayoría de podcasts simplemente requieren algún que otro corta y pega, eliminación de ciertos ruidos y poco más. Si acaso, la funcionalidad de trabajar en multipista, para añadir música de fondo, o grabar las pistas de voz de cada uno de los participantes en una pista de audio independiente. Estas funciones son muy sencillas y prácticamente cualquier editor de audio las contempla. Muchos editores utilizan Audacity, un software libre y muy sencillo, que les da todas esas posibilidades y algunas opciones extra. Para los más profesionales, Adobe Audition, Cubase y ProTools son programas mucho más complejos, pero que nos ayudarán a sacar más jugo aún a nuestros podcasts.
Montar un podcast paso a paso
Ya tenemos nuestro software de edición favorito abierto, y hemos podido grabar con él, o en una pista aparte, el contenido de audio del podcast que queremos publicar. ¿Cuál es el siguiente paso? Bueno, lo natural es que dependiendo de lo largo que sea el podcast, hayamos grabado el audio en varias secciones. Tal vez tengamos cortes cada media hora, algo que también sirve para asegurar que una de esas partes no se estropea por un pequeño fallo cuando llevamos ya más de una hora grabando. La edición consistirá en unir todos esos trozos de audio para crear el podcast completo, con una coherencia tanto en el contenido como en el sonido. Todo debe sonar igual, normalizando el audio para que no haya picos de volumen en alguna parte. Lo habitual es comenzar pegando la introducción al podcast, y luego añadir la entradilla que hayamos grabado.
Utilizaremos también el software para meter música de fondo, al menos al principio y al final de podcast, para ambientarlo un poco. Es mejor hacerlo así, en post-producción, que intentar grabar con música de fondo ya directamente, puesto que si hay que hacer algún corte se notará mucho más. Debemos ajustar el nivel de la música al de nuestra voz, para que sirva de acompañamiento, pero que no nos entierre. De la misma forma, debemos nivelar, si las tenemos en varias pistas, todas las voces de los participantes, para que queden a un mismo volumen. Todo esto lo haremos en la edición, buscando dotar de la mayor calidad posible al podcast, para hacer de su escucha una experiencia agradable, amena y entretenida.
Hora de exportarlo
Este es uno de los pasos más importantes a la hora de crear un podcast, donde mucha gente ha tenido problemas, al menos en sus primeras veces. Y es que los programas de edición de audio suelen trabajar con codecs, que son formatos de audio especiales que sirven para comprimir mejor el sonido, y permitir una mayor calidad en menos espacio. Esos codecs, sin embargo, pueden dar problemas a la hora de subir nuestro podcast a las plataformas. Por eso, a la hora de sacar el audio en bruto del programa, para subirlo a Internet, debemos prestar especial atención al formato escogido para exportarlo. Nosotros recomendamos el MP3, en una calidad media y con buen bitrate. Será algo más pesado, pero se escuchará muy bien, sobre todo si la música es importante en nuestro podcast. Una vez exportado, podremos subirlo a cualquier plataforma digital para que los usuarios lo descarguen.