Red Hat obtuvo el 2015 un beneficio neto de 2.000 millones de dólares a base de ofrecer servicios de instalación y desarrollo de programas de software libre a empresas de todo el mundo. Recientemente el consejero delegado, Jim Whitehurst, al comentar este hito económico aseguró que este sólo es el principio de la era de Red Hat y que sus expectativas pasan para llegar a ganar anualmente 5.000 millones en pocos años.
La cifra suena impresionando si tenemos en cuenta que hablamos de una compañía que trabaja con distribuciones del código abierto y libre Linux, sobre todo si pensamos que hace apenas 15 años Linux era poco más que un conjunto de distribuciones con más política detrás que economía real. Era la plataforma que adoptaban los activistas de la era digital como respuesta a la imposición comercial de las soluciones de Windows, Adobo y otras grandes corporaciones del software propietario.
Una vieja idea de 2001
En aquel momento-nos trasladamos al año 2001- apenas había intentos de sacar rentabilidad económica de plataformas como Linux o similares y muchos analistas dudaban seriamente que llegara el día en que el software libre sirviera para algo más que para demostrar que uno era un ingeniero alternativo. Pero hoy emprendidas como Canonical, la extinta Sun Microsystems y otras muchas han demostrado que no sólo el código abierto puede ser rentable, sino que en muchos casos es el presente y el futuro de internet.
Sin embargo, y a pesar de su éxito, Red Hat no es ninguna novedad en el panorama tecnológico; más bien es una leyenda con una trayectoria de 22 años detrás. Fue fundada en 1994 por dos ingenieros, Bob Young y Marc Ewing, con la idea de ofrecer soluciones de software libre tanto al público doméstico como a las compañías. En el apartado doméstico lanzaron el sistema operativo gratuito para ordenadores llamado Red Hat Linux, uno de los más prestigiosos entre los usuarios avanzados.
La oferta de Red Hat Enterprise Linux
En el apartado empresarial lanzaron la distribuidora Red Hat Enterprise Linux, un compendio de soluciones destinadas a informatizar empresas. Su modelo de negocio consistía a ofrecer libremente la distribución porque las compañías pudieran adoptarla. Después, si se quería personalizar o mejorar, ellos ofrecían los ingenieros para hacerlo, pero cobrando el trabajo.
Su ventaja en un momento en que las soluciones era caras y limitadas -es decir, Microsoft, IBM, Oráculo y poca cosa más- era tener mejores precios y más capacitado de adaptación. Y muchos dicen que también mejores ingenieros… El modelo triunfó y el 1999 Red Hat, que necesitaba inversión para crecer, salió a bolsa con un éxito absoluto: la empresa consiguió 6.500 millones de dólares de capitalización. En aquel momento fue la octava mejor salida a bolsa de la historia y marcó el inicio del negocio del software libre.