¿Es difícil grabar un vídeo de porno casero?
La edad a la que se comienza a tener acceso a la pornografía es cada vez menor. Ya no estamos hablando de menores de edad, algo que venía sucediendo prácticamente desde siempre, y no vamos a entrar en lo apropiado o no de eso. Con la tecnología actual, Internet y los dispositivos móviles se han convertido en una ventana al mundo para los jóvenes. No hay un solo adolescente de doce años que no tenga ya un teléfono inteligente, y por más que los padres traten de controlarlo, al final es imposible ponerle puertas al campo. Internet es terreno hoy de esa juventud que no encuentra límites, y que accede al contenido pornográfico antes incluso de entender lo que significa realmente el sexo, o saber diferenciar bien lo que es ficción de realidad. ¿Es así como se mantienen relaciones sexuales? Un adulto sabe discernir, pero un chaval que apenas llega a la pubertad no lo tiene tan claro.
Y no es solo que se tenga acceso al porno, sino el tipo de escenas que se pueden ver en Internet en estos días, al alcance de cualquiera. Un chico de diez años, que sigue siendo a todas luces un niño, puede encontrarse de repente con un vídeo de sexo duro en el que varios hombres maniatan y abusan de una mujer que al final parece disfrutar. Es todo ficción, por supuesto, cine pornográfico, pero eso va calando en las mentes más jóvenes y todavía no tan formadas. En contraposición, también hay cada vez más ejemplos de porno amateur, grabado en una habitación, con una webcam o un teléfono móvil, cien por cien natural. En ese tipo de escenas, una pareja normal que podría ser perfectamente la de nuestros vecinos del quinto se muestran sin tapujos en su cama, dándose placer. Es un sexo más real, que puede resultar también más excitante precisamente por la naturalidad con la que se lleva la escena. Y es que al final, grabar un video porno amateur no resulta tan complicado, menos aún en una época como la que vivimos, en la que la tecnología nos lo pone tan fácil.